La BBC emite en farsi ¿y RTVE?
La BBC ha comenzado las emisiones en farsi, la lengua dominante en Irán. Para quienes creen en el choque de civilizaciones olvidan que los iraníes no son árabes, sino persas y que su lengua y su cultura se compone de elementos muy distintos.
Me encanta la idea. La BBC ha transformado y actualizado su misión en un entorno cada vez más globalizado, de manera que ha sustituido algunos servicios informativos en determinadas lenguas por otros. En esto consiste una televisión pública con visión internacional y con idea de ser el portavoz tanto de la lengua y la civilización británica como defensor de la libertad de expresión.
No es de recibo que RTVE mantenga su página en una única lengua y que los servicios de Radio Exterior estén desplazados y ubicados en un tercer o cuarto plano. Así no podemos tener una televisión de referencia en el plano internacional. Aún peor, se ha realizado un gran esfuerzo en TVE Internacional para estar presentes en todos los hogares del mundo. Al menos, en teoría, porque la emisión está en el cielo (junto a la CNN, la BBC, la Deutsche Welle y TV5), pero no queda dinero para que la señal se distribuya adecuadamente en los emisores locales. El esfuerzo no es gratuito, sino que cuesta alrededor de 2.000 millones de pesetas anuales para estar en los satélites. ¡Un desastre más en la estrategia de la televisión pública!
Me encanta la idea. La BBC ha transformado y actualizado su misión en un entorno cada vez más globalizado, de manera que ha sustituido algunos servicios informativos en determinadas lenguas por otros. En esto consiste una televisión pública con visión internacional y con idea de ser el portavoz tanto de la lengua y la civilización británica como defensor de la libertad de expresión.
No es de recibo que RTVE mantenga su página en una única lengua y que los servicios de Radio Exterior estén desplazados y ubicados en un tercer o cuarto plano. Así no podemos tener una televisión de referencia en el plano internacional. Aún peor, se ha realizado un gran esfuerzo en TVE Internacional para estar presentes en todos los hogares del mundo. Al menos, en teoría, porque la emisión está en el cielo (junto a la CNN, la BBC, la Deutsche Welle y TV5), pero no queda dinero para que la señal se distribuya adecuadamente en los emisores locales. El esfuerzo no es gratuito, sino que cuesta alrededor de 2.000 millones de pesetas anuales para estar en los satélites. ¡Un desastre más en la estrategia de la televisión pública!
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