miércoles, junio 10, 2009

Identidad digital y universidad 2.0

La identidad digital es una cuestión en auge que tiene que incluirse en la estrategia de la universidad, sobre todo desde el punto de vista de la comunicación corporativa. La reputación corporativa no puede dejarse en manos de terceros, sino que tiene que ser proactiva. Hay que averiguar cuáles son los medios sociales preferidos y prepararse para ellos, porque es una tendencia que ha llegado para quedarse. Es recomendable que las universidades formen a su personal en estas funciones y que introduzcan en la cultura corporativa estos elementos. Esta actitud incluye sesiones de formación continua, evangelización peer-to-peer, desarrollo de nuevos roles, creación de puestos de trabajo específicos, aplicación de nuevas tecnologías, descentralización de la toma de decisiones, flexibilizar los derechos de propiedad intelectual, experimentar e innovar sin miedo, entre otras medidas. La identidad digital no se construye en torno a herramientas: no es Twitter, Facebook y el RSS. Consiste en la creación de contenidos que interesen e impliquen a nuestra audiencia, que se compone de alumnos, profesores, PAS y stakeholders. La manera en que lleguen los contenidos es menos relevante.

Con carácter general, las instituciones deben tener en consideración los siguientes puntos:

1.- Mejora de la visibilidad: la conexión entre alumnos, profesores, personal de administración y otros stakeholders genera información e incrementa el número de entradas, post y mensajes sobre la comunidad universitaria. La visibilidad estimula la confianza de aquellos que buscan información sobre nuestro centro, ya que pueden identificarse más y mejor con alguno de los miembros de la comunidad. Esta tipo de visibilidad se vincula a la idea de transparencia que genera credibilidad y confianza en “alguien como yo”.

2.- Desarrollo de los espacios para la conexión: la universidad es una organización grande que permite la personalización de los intereses, las aficiones, los clubes, las asignaturas preferidas, las áreas de conocimiento y todo aquello que pueda resultar relevante para nuestra audiencia. Cuantos más espacios abiertos, mayor sensación de cofradía porque cada uno puede estar en contacto con un profesor, dos alumnos de otra titulación, seis personas de administración y tres antiguos alumnos porque comparten un interés particular. La universidad actúa como anfitriona y recibe en su sede digital.

3.- Desarrollo de espacios para la participación, el uso, la mezcla y la reutilización: por definición, los medios sociales están abiertos a la creación de contenidos por parte de los usuarios. Hay que ceder (no significa renunciar) el uso de ciertos contenidos protegidos por la propiedad intelectual para que la audiencia haga lo que estime conveniente con el logo, el lema o algunas fotografías.

4.- Posicionamiento: los buscadores generalistas y los especializados actúan de acuerdo con unos parámetros predeterminados. Las recomendaciones habituales son la conexión con otras webs similares (otras universidades, colegios mayores y residencias, empresas que ofrecen servicios para universitarios, Ministerio y Consejerías, becas, enciclopedias), el posicionamiento en directorios que requieren una actitud proactiva (darse de alta y mantenimiento), la participación recurrente en los foros relacionados con la actividad universitaria (contenidos que generen valor para el usuario, información y no publicidad, recomendaciones), la creación de un único perfil para todas las redes sociales (incrementa la transparencia, facilita la identificación), la creación de textos de interés general (FAQ, tablas y datos, estadísticas), webs en versiones accesibles a las mayorías, enlaces interno y organización de la web (mapa del sitio), creación de sitios únicos para cada página y otras actividades similares.


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